Prompt: La buena pregunta en el litigio y la inteligencia artificial
Usar ChatGPT, Gemini o cualquier modelo de lenguaje transita entre lo útil y lo frustrante dependiendo de cómo preguntes.
J.P. Aravena
9/4/20252 min read
Al igual que en el mundo de la litigación, una mala pregunta dará lugar a una mala respuesta del testigo. En el mundo del uso de las herramientas de inteligencia artificial, especialmente los modelos de lenguaje como ChatGPT o Gemini, ocurre exactamente lo mismo: una mala pregunta conducirá, casi con certeza, a una mala respuesta.
En la práctica forense sabemos que el arte de interrogar no se aprende de un día para otro. Surge de la experiencia acumulada, de los errores cometidos y de los ensayos que pulen la técnica. Con los sistemas de inteligencia artificial sucede algo semejante: podemos mejorar la calidad de las respuestas en la medida que afinamos la manera de preguntar. Ese universo se conoce como ingeniería de prompts y, bien comprendido, abre la puerta a que abogados, jueces y operadores jurídicos aprovechemos al máximo estas herramientas.
¿Por qué importa la forma de preguntar?
En un juicio, no basta con tener razón en el fondo. Si la pregunta es ambigua, el testigo puede desviar la atención, confundir al tribunal o, simplemente, entregar información incompleta. Con un modelo de inteligencia artificial pasa igual: si formulamos la consulta de manera vaga, el sistema devolverá respuestas generales, poco útiles o incluso erróneas.
La enseñanza es evidente: el poder de la respuesta depende de la calidad de la pregunta.
Cuatro reglas básicas de la ingeniería de prompts
Al igual que en la litigación existen técnicas de interrogación, en el uso de IA existen reglas mínimas para orientar las preguntas. Son sencillas, pero marcan una diferencia significativa en los resultados.
Ser claro y específico
Una pregunta ambigua abre la puerta a respuestas vagas.Dar contexto suficiente
El contexto permite acotar la respuesta y hacerla relevante.Definir el formato de la respuesta
El cómo pedimos la respuesta puede ser tan importante como el qué pedimos.Iterar y refinar
Ningún interrogatorio perfecto sale a la primera. Con la IA ocurre lo mismo: hay que ajustar la pregunta según el resultado.
Una herramienta para el mundo jurídico
La inteligencia artificial no reemplaza la labor del abogado, pero puede potenciarla. Igual que en el litigio, no basta con conocer la ley: hay que saber cómo preguntar para que la información llegue al tribunal en la forma más clara y convincente.
En el ámbito jurídico, eso significa usar los modelos de lenguaje como aliados estratégicos para preparar alegatos, analizar jurisprudencia, ordenar grandes volúmenes de información o incluso ensayar interrogatorios. Pero, para que la herramienta rinda, la clave está en el mismo principio que aplicamos en sala: la buena pregunta conduce a la buena respuesta.